domingo, 22 de abril de 2012

El Último Parque

Un día, paseando por los alrededores de la localidad donde trabajo, encontré un solitario parque. La puerta que lo franqueaba estaba abierta. Un amable empleado me invitó a pasar a verlo. Era un parque para animales... muertos. Pero de alguna manera, no lo estaban del todo... Sus estatuas, sus fotografías, sus recuerdos, los objetos que les pertenecieron, sus historias... estaban allí, acompañándolos para siempre y permitiendo a sus amos (y amigos) recordarles de cuando en cuando.   

Escrito sobre las tumbas encontré estos versos:

 "No sopléis vientecillos
con tanta fuerza
porque al son
de estas ramas
mis perros sueñan"
Bello poema que podemos encontrar como epitafio en la tumba de Gárgoris, un pastor alemán que murió de una puñalada al proteger a su amo en un atraco.

“Aquí yacen los restos de un ser que poseyó:
la belleza sin la vanidad
la fuerza sin la insolencia
el valor sin la ferocidad
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios"

 Epitafio sobre la tumba de un pastor alemán llamado Merlin (está atribuido a Lord Byron).
Bonitas y conmovedoras esquelas adornan las klápidas de las mascotas, adornadas con flores, figuras de animales, jarrones, retratos de los pequeños y juguetes de niños.
 "Gracias por todos los momentos de alegría y por todos los ratones exterminados"

 "No sabías lo que te quería y si lo sabías, ¿por qué dejaste de vivir?"

 "Tú eras la que nos ponías el sol en un día nublado, pero ahora sin ti, no hay sol ni en un día de verano"

 "Cuánto más conozco a las personas, más quiero a mi perro"
...
El Último Parque es el nombre de un cementerio de animales situado en el término municipal de Arganda del Rey. Rodeado de trincheras de la guerra civil española, entre pinares, al lado de la Dehesa del Carrascal y no muy lejos del cementerio (para humanos) de la localidad; descansan mascotas de personajes conocidos (exministros, compositores, actrices, cantantes... ) Se llega a él por un desvío a la altura del kilómetro 30,400 de la carretera de Valencia una vez pasado el casco urbano de Arganda. Su situación dentro de un pinar, inspira tranquilidad y sosiego; y hay un apacible silencio, sólo perturbado por el canto de los pájaros.

El cementerio comenzó su actividad el 27 de julio de 1983 y han sido enterradas desde entoncen en él más de 5.000 mascotas: perros, cobayas, gatos, patos, tortugas, loros y hasta monos; aunque perros y gatos son los que más abundan. Ofrece también el servicio de incineración, pero se realiza colectivamente con varios animales y no se ofrecen las cenizas individuales. Durante algún tiempo fue el más importante cementerio de animales de España, si no el único. Ahora hay algunos más, pero éste sigue siendo de los más importantes. Los precios oscilan desde los 300  hasta los 4.000 euros por diversas prestaciones que van desde la recogida de los animales muertos, hasta el alquiler de la fosas, ayuda psicologica para ayudar a afrontar la perdida, incineración de los animales, placas y epítafios grabados en el mármol. Existen diversos tipos de fosas para animales como: las fosas de honor, ubicadas en una zona representativa del recinto y en mármol italiano, las fosas preferentes, que son individuales y las fosas en grupo, ambas están distribuídas por todo el recinto, todas ellas para animales de talla media. Existen también fosas de tierra y columbarios y mini fosas; estas últimas para albergar animales que no superen el kilo de peso. En fín, se facilita una serie de rituales que humanizan la perdida de los animales.

Lo único que no se permite traer al cementerio son cruces o santos, ya que se pretende diferenciarlo de los tradicionales camposantos de humanos y aspira a ser un lugar para el recuerdo pagano. Los únicos símbolos religiosos que aparecen son dos estatuas de San Francisco de Asís, que son el emblema de recinto. Está abierto a todas las creencias y destacan una tumba gitana, ataviada con numerosos centros de flores, y una sepultura judía, con una particular ofrenda de piedras a los gatos familiares fallecidos. Como curiosidad destaca un mausoleo en el que hay enterrados tres perros, pero se incluye la foto y el nombre de un cuarto animal del dueño, en espera de su muerte. Pero sin duda, sobresale la tumba del gato "Gordi", pintada de un brillante azul y adornada con canicas, con una placa de cerámica con el retrato del animal. El sepulcro ha sido engalanado por la dueña durante muchos fines de semana.

Estas manifestaciones de amor por los animales, más allá de la muerte, están admirablemente reflejadas por algunos escritores: Antonio Gala, autor del popular libro "Charlas con Troylo" en un bello poema póstumo:
REQUIEM POR TROYLO
A la memoria de Troylo que supo engendrar en su amo unas charlas, capaces de despertar en quienes las leíamos, ese deseo de ser cada día más dóciles , más humanos, más HOMBRES.
Cuando llegue mi carta
serás recuerdo
en la mente de Antonio
y en mi silencio.

Cuando llegue mi carta
tendrán tus huesos
en el olivo verde
frío de invierno.

Talamera sin ramas
son sin tu aliento
las charlas domingueras
de nuestro Antonio.

Tabaques de alhelíes
llevan tu cuerpo,
por caminos alados,
flores al viento.

A la alquibla lejana
irán los rezos
de la planta que calla
con dolor en su tiesto.
[...]
 O inspiran una hermosa historia de fidelidad hasta la muerte.

Pero también, para los que os cansa leer, y preferís  un reportaje documental, aquí tenéis dos: el oficial del parque y un pequeño reportaje de Antena3 sobre el Último Parque.


http://www.youtube.com/watch?v=0zGWBoVAUvw

Y algunas fotos tomadas con prisa... Los dueños de las mascotas también quieren intimidad y no desean publicidad de sus animales queridos allí enterrados.

 

 

 

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